Mi recorrido personal y profesional constituye el crisol en el que evoluciona una pedagogía del ser, que contempla la unidad cuerpo-espíritu y despierta la Escucha, favorece la comunicación y orienta la participación de la persona en su propia evolución así como en la de su entorno, sea cual sea el ámbito de actividad o de implicación.
Facilitar el desarrollo de la autoridad natural como una verticalización del ser que estimula la calidad relacional consigo mismo/a y con el entorno.
Hoy la puerta de acceso a la justa complementariedad de la mujer y el hombre está abierta de par en par. Depende de nosotr@s el que crucemos el umbral.
Investigadora apasionada, comparto la aventura de la conciencia y el camino de retorno hacia la unidad con las personas con las que me cruzo.
Honro la dimensión sagrada de la Vida.